El Cielo oculta a todas las criaturas el libro del destino, salvo la página prescrita, el presente; […] ¿quién, si no, soportaría estar aquí abajo? El cordero que tu cocina condena a desangrarse hoy, si tuviera conocimiento, ¿saltaría y jugaría? Contento hasta el final pace en pasto florido y lame la mano que se alza para derramar su sangre. ¡Ceguera ante el futuro! Amablemente dada para que cada uno llene el círculo marcado por el cielo…
Alexander Pope. Ensayo sobre el hombre y otros escritos
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