La poesía es fruto del contacto de la mente con la propia realidad inefable y con su fuente, que creemos que es Dios mismo, en el movimiento de amor que le lleva a crear imágenes de su belleza. Lo que así se concibe en los misteriosos recovecos del ser se expresa con cierta deliciosa ilógica, que no es un sinsentido sino una sobreabundancia de sentido.
Raïsa Maritain. Illuminations et sécheresses
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