Nada esperamos de nada

 

Tú estás en nosotros, Señor, y en el momento en que el absurdo nos parece tan total que ya nada esperamos de nada, ni aun de la muerte, en ese momento en que nos encontramos más allá del gemido último de la bestia, en que vivimos una inexistencia vidriosa, infinitamente dócil a cualquier cosa, he ahí que en la superficie de ese vaso que formamos estallan ya burbujas de palabras irisadas con los colores del cielo.

Pierre Emmanuel. Babel