El sufrimiento, la tristeza, la soledad son estados que particularmente favoren la atención en una profunda dimensión de la humanidad. La acción del Espíritu Santo realiza sorprendentes transformaciones internas causantes de que la gente que sufre mucho pueda ser muy feliz. Esta es una de las grandes paradojas de la naturaleza y del sufrimiento humano.
Zdzislaw Jan Ryn. El dolor tiene mil rostros
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