La esperanza de los cristianos se funda en la resurrección
de Jesús. En este acontecimiento se ha anticipado ya nuestro futuro. La meta de
nuestra esperanza, por consiguiente, es en último término la comunión con el Señor
resucitado. Ahí se expresa la esperanza de que la venida de Cristo a nosotros y
nuestra vuelta a él, es decir nuestra comunión con Jesús en la casa del Padre,
es lo que constituye el futuro último.
Gisbert Breshake. Más fuertes que la muerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario