El misterio del amor en lo más profundo es a la vez
particular y universal. Si nuestro amor es
sólo particular, entonces corre el riego de volverse introvertido y sofocante.
Si es solamente un vago amor universal por toda la humanidad, entonces corre el
riego de volverse vacío y sin sentido… Dios nos envía los amores y las
amistades que son parte de nuestro camino hacia El, que es la plenitud del
amor. Pero cuando llegan, entonces debemos afrontar el momento. Cuando amemos a alguien profundamente, entonces tendremos que aprender a ser castos. La castidad nos abre los ojos para ver que lo que tenemos delante es efectivamente un cuerpo hermoso, pero ese cuerpo es alguien. Ese cuerpo no es un objeto sino un sujeto.
Timothy Radcliffe. Afectividad y Eucaristia.
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