Los jóvenes soldados muertos no hablan.
Sin embargo, son escuchados en las casas silenciosas:
¿Quién no los ha escuchado?
Tienen un silencio que habla por ellos de noche
y cuando el reloj cuenta los instantes.
Dicen ellos: éramos jóvenes. Hemos muerto.
Recuérdennos.
Dicen ellos: hicimos lo que pudimos, pero hasta que no
concluya, no habrá terminado.
Dicen ellos: hemos entregado nuestras vidas, pero hasta que
no concluya, nadie sabrá qué es lo que aportaron nuestras
vidas.
Dicen ellos: nuestras muertes no son nuestras; son de
ustedes; significarán lo que ustedes hagan de ellas.
Dicen ellos: si nuestras vidas y nuestras muertes fueron por
la paz y una renovada esperanza, o por nada, no lo podemos
decir; son
ustedes quienes deben decirlo.
Dicen ellos: les dejamos nuestras muertes. Dénles su
significado.
Fuimos jóvenes, dicen ellos. Hemos muerto. Recuérdennos.
Archibald Macleish. Los jovenes soldados muertos
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