No es la admiración ciega e
irracional el homenaje más digno de los genios. Ni el culto a su memoria,
inspirado en un mezquino criterio de patria o de raza, podría satisfacer a
aquel grande hombre (Dante) , que supo colocar muy por encima de sus cariños
particularistas hacia Italia y los pueblos latinos los altos ideales de la
humanidad y de la religión., llamándose con orgullo ciudadano del mundo,
proclamando la fraternidad humana como el primer principio de la vida política
y acertando a infiltrar en los maravillosos tercetos de su poema un espíritu universal
y eterno de moralidad y misticismo que fluía espontáneo en los profundos senos
de su corazón sinceramente cristiano
Miguel Asín Palacios. La escatología musulmana en la Divina Comedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario