Y entonces me parecía que el mismo amor es como fuego ardiente que, poco a poco, va como consumiendo. Mi alma, en este consumirse, cobra vigor; otras veces siente que desfallece; pero este desfallecer causa de llegar a una unión más perfecta con Dios, porque en ese momento parece que todos los obstáculos se desvanecen y las pasiones ceden; las espinas, o sea, los efectos, por pequeños que sean, se retiran y todas las cosas momentáneas de esta tierra ponen de manifiesto su pura nada .
Santa Verónica Giuliani. Experiencia y Doctrina Mística
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