Tropezaban con Dios en cada cosa:
un niño: Dios; una gaviota: Dios;
una mujer que dice «yo también»:
Dios; un buen verso: Dios. Pero eran ciegos,
sordos, inexplicables,
y negaron a Dios como quien niega
el mar o las manzanas.
Miguel d'Ors. Es cielo y es azul
Pues que me parece un libro magistral. El título es para enmarcarlo: "Es cielo y es azul" ... como el poema que has escogido
ResponderEliminarTiene razón, aunque le enmiende la plana a Don Lupercio Argensola, es un gran poema del que este fragmento da muestra. Desde aquel "Curso superior de ignorancia", Miguel d'Ors me parece de los mejores poetas en castellano actuales.
ResponderEliminarGracias por el comentario