Todo creador tiene momentos en que su inspiración se debilita y en que solo se da la elaboración cerebral. Recorriendo partituras musicales puede uno señalar tales partes con el dedo. Lo importante es que haya lo más posible de inspiración y lo menos posible de elaboración. Liszt abunda en elaboración, en cambio su inspiración es reducida. En Mozart son muy raros esos momentos de elaboración pura. En Bach hay una elaboración contrapuntística, pero realizada de un modo tan perfecto y tan estrechamente ligada a la inspiración que no es posible separar la una de la otra. Que no me hablen de composición: la creación es algo que no puede ser aprendido. Cada hombre duerme, come y se mueve de un modo distinto. ¿Se pretenderá entonces que todos creen del mismo modo? En cada pieza me atormento endiabladamente.
Frederic Chopin . Carta a Delphine Potocka
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