El arte es largo, el tiempo, corto
y nuestros corazones, aunque firmes y valerosos,
aún, como tambores sordos,
tocan marchas fúnebres hacia la sepultura.
¡Desconfía del Futuro, por agradable que parezca!
Deja que el Pasado muerto entierre a sus muertos.
¡Actúa,— actúa en el Presente viviente
El corazón firme y Dios guiándote allá arriba!
Henry Wadsworth Longfellow. A Psalm of Life
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