Quien quiera alistarse bajo la bandera de Cristo, primero que nada y ante todo, tiene que declarar la guerra a sus propios vicios, a su orgullo y a sus malos deseos. Si no es así, si falta la santidad de la vida, la pureza de costumbres, y la bondad de espíritu, entonces nada vale recabar para sí el nombre de cristiano.
John Locke. Epístolas
No hay comentarios:
Publicar un comentario