Una de las acusaciones más graves que pueda lanzarse contra
un escritor consiste en declarar que hay residuos de metafísica en sus poemas,
en sus piezas de teatro o en sus novelas… En su caso cualquier tendencia metafísica
resulta imperdonable…Una pieza de teatro en que intervienen factores
irreductibles a la pura racionalidad, y que denuncia así en su autor un interés
demasiado vivo por el elemento trágico de la vida, no tiene ninguna posibilidad
de ser representada: ante el desgarramiento de la tragedia, se correría el peligro
de que los espectadores se interrogaran sobre el misterio del sentido humano.
Czeslaw Milosz. El pensamiento cautivo
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