El fin último, dijo el incomparable soldado del Arcángel, no es la vida, sino la Resurrección: la resurrección de las razas en el nombre de Jesucristo Redentor. La creación, la cultura, son un medio, y no, como se ha creído, un fin para obtener esta resurrección; son frutos del talento que Dios ha sembrado en nuestra raza, y del cual debemos responder. Vendrá un día en el que todas las razas de la tierra resurgirán con todos sus muertos y con todos sus Reyes y Emperadores, y cada raza tendrá su puesto ante el trono de Dios. Este momento final, la resurrección de los muertos, es el fin más alto y sublime hacia el que puede tender una raza
Corneliu Zelea
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