Jesús, luz del corazón,
Jesús, hijo de la virgen,
que festividad forjó la noche
en que recibiste gloria de esta monja
Festividad de la única mujer sin mancha.
Pues así concebida, para concebirte a ti fue creada;
pero aquí hubo pesar del corazón, el nacer de un cerebro,
el Verbo, que te oyó y te guardó y te profirió con franqueza.
Gerard Manley Hopkins. El mar y la alondra
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