Que venga su día, el día en que ha de morir.
Cuán rápida sube el alma en el camino hacia lo alto,
Y deja el cuerpo yaciendo,
Viene un bando de las esferas celestes,
El otro de la pez (del infierno): ambos se la disputan.
Muéstrese el alma solícita, hasta que se decida
A cuál de los dos bandos será conducida.
Que, si el séquito de Satán la gana,
Él la llevará en seguida donde sufra dolores,
Al fuego y las tinieblas, cosa muy terrible.
Si, en cambio, la toman quienes vienen del cielo,
Y se vuelve propiedad de los ángeles,
Las llevarán a las alturas, al reino de los cielos:
Donde la vida es sin muerte, la luz sin tinieblas,
Hospital sin curas:ahí nadie enferma.
Muspilli. Ovvero l’incendio universale
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