Si el curso que siguen nuestros pensamientos nos lleva finalmente a una cosa mala o que nos distrae o menos buena de lo que el alma tenia en proyecto comenzar, o que lo disminuye, inquieta o turba al alma quitándole la paz, la tranquilidad y el descanso que tenia previamente, esto es un signo claro que viene del mal espíritu,enemigo de nuestro progreso y de nuestra salvación eterna. A los que andan de bien en mejor, el buen ángel les toca el alma de manera dulce, ligera y suave, tal como una gota de agua que entra en una esponja. El maligno la toca de manera punzante , con ruido y agitación.
San Ignacio de Loyola. Ejercicios espirituales: reglas para un mejor discernimientos de espíritus.
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