Cuando asumimos que el mundo nos amará si empezamos a actuar como Jesús, entonces no estamos en realidad actuando como Jesús. Nos encanta citar a Jesús lavando los pies de sus discípulos como una prueba de la clase de humildad y compasión que debemos emular. Y lo es. Pero once pares de estos pies lavados por Jesús huyeron lejos de Él, y un par abominable correteaba para encontrar a los principales sacerdotes y oficiales para arrestar a Jesús mientras oraba.
Collin Hansen. Cuando Jesús dijo adiós
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