Existe el reino visible, un pueblo y un territorio. Ya no eres el rey, probablemente nunca volverás a ser el rey. Y está el reino invisible, el que no tiene tierras ni fronteras, que es un impulso del alma. Este es el fundamento del otro y es por el momento el único que os queda. No te arriesgues en el ajetreo y el bullicio. Llévalo contigo al exilio.
Jean Raspail. Le Roi au-delá de la mer
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