La gracia compensa cada debilidad de nuestra naturaleza humana. Con la ayuda de Dios somos capaces de hacer lo que nunca podríamos hacerpor nosotros mismos: a saber, amar perfectamente, sacrificarnos completamente, entregar nuestras vidas como Cristo lo hizo. No estaremos aferrados a nada de la tierra, prefiriendo en vez de eso levantarnos hacia el cielo.
Scott Hahn. La cena del cordero
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