Sólo me reconozco a mi mismo reconociendo a Dios. Al impulsarme siempre a ir más allá de mis límites, haciendo de mi mismo un universo que se expande, como si estuviera donde las nuevas estrellas se alzan constantemente en mis horizontes, el valor me manifiesta una infinidad y trascendencia en la que reconozco la presencia de Dios en mí y la la luz que su presencia hace brillar allí.
Régis Jolivet. Existencialismo
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