jueves, 5 de septiembre de 2019
La conciencia
Sólo se puede aspirar y conservar lo justo y digno del hombre, objeto sin duda de la conciencia, cuando esta se fundamenta en el misterio inefable que nosotros los cristianos llamamos Dios. Es posible que uno nombre este fundamento adorándole, o que piense que sólo se le debe honrar en silencio con la acción desinteresada de la conciencia.
Karl Rahner. La Gracias como libertad
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