domingo, 19 de noviembre de 2017
Recibir
En este espiritu, la oración no es un ejercicio de pensamiento o de palabra, sino de escucha y de apertura. En última instancia, solo puedes conocer a Dios a través de Dios, como Amor siempre inalcanzable. Es en la oración donde tú permites a Dios actuar y hacerse real, más allá de tu comprensión o de tus pequeños planes. Vas cayendo gradualmente en la cuenta de que tu vida interior no es la medida de Dios. Nosotros no somos el punto de partida de la oración; lo es Dios. Y lo mismo puede afirmarse de la fe. Aprendes que la plenitud procede de recibir, más que de construir o esforzarte.
Hans Urs von Balthasar.
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