"El arte que trasciende, que ayuda a ver y encontrar al otro, que es expresión de la tradición y de la renovación de la fe y de belleza". Benedicto XVI

lunes, 20 de febrero de 2017

Continuidad de las mareas


El Espíritu santo no es únicamente un acontecimiento o un hecho que dura un momento, como una ola que se rompe en seguida, como una ráfaga de viento que luego se desvanece. El Espíritu santo determina toda una vida y, en cierto sentido, se halla en todo lo que escucha y habla, en todo lo que sufre o goza. Así el Espíritu se convierte en «su espíritu». Este es otro aspecto de esta realidad. Lo mismo que el amor de un ser humano abarca toda la vida del ser querido, y se convierte en la tierra en la que puede crecer y en el aire en el que puede vivir, y, sin embargo, le impulsa a diversas manifestaciones del amor, así el «Espíritu mismo» sale al encuentro de «nuestro espíritu», es decir, al espíritu que se nos ha dado una vez por siempre con Jesús.

Eduard Schweitzer. El Espíritu Santo

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