Dios no cumple todos nuestros deseos, pero sí todas sus promesas. Él permanece como Señor en la tierra, protege a su iglesia. , renueva continuamente nuestras fuerzas, no nos impone cargas que superen nuestra capacidad, sino que nos sacia de su presencia y de su fuerza.
Dietrich Bonhoeffer. Resistencia y Sumisión. Cartas y apuntes desde el cautiverio
No hay comentarios:
Publicar un comentario