Por una parte, las distintas formas del mal convergen para reforzar el poder de lo colectivo, de la masa, y para convertir el alma humana , en su unicidad, en algo irrisorio e insignificante.
Por otra, existen almas cristianas, ya dispersas y desunidas, que se hunden aún más en esa dispersión y esa desunión, hasta el punto de que el mundo se vuelve para ellas un espejismo y no quedan más realidades que Dios y el alma solitaria, estremecida ante él.
Madre María Skobtsov. El Sacramento del Hermano.
El estupor absoluto es para la inteligencia de la realidad de Dios lo que la claridad y la distinción son para la comprensión de las ideas matemáticas. Cuando estamos privados de la capacidad de maravillarnos , resultamos sordos a lo sublime.
Por lo que concierne al conocmiento que tiene un ateo, fácil es demostrar que no puede saber nada con certeza y seguridad; pues, como ya he dicho, cuanto menos poderoso sea aquel a quien reconozca como autor de su ser, tanto mayor motivo tendrá para dudar de si su naturaleza es tan imperfecta que él pueda engañarse hasta en las cosas que parezcan más evidentes; y nunca podrá librarse de esa duda si antes no reconoce que ha sido creado por un Dios que es principio de toda verdad, y que no puede engañarle.
