El sufrimiento hace aflorar en el hombre lo que tiene de más bajo , de más cobarde. En el sufrimiento hay una etapa a atravesar, más allá de la cual uno se convierte en un animal: uno sacrificaría su alma y sobre todo la del prójimo, por un pedazo de pan, por un minuto de calor, por un segundo de olvido y de sueño. Los santos son los que mueren antes de que finalice su historia. Los otros, aquellos que llegan hasta el final de su destino, no se atreven a mirarse al espejo por temor de que refleje su imagen interior.
Elie Wielse. La noche, el alba, el día.
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